El dolor de espalda es un síntoma que puede afectarnos cada día por muchísimas razones. Desde un mal movimiento inesperado hasta una rutina que hacemos sin darnos en el día a día; como estar sentado mucho tiempo en la misma postura en el trabajo o cargar peso sin prestar atención a la forma de hacerlo. En estos últimos casos, el dolor de espalda se puede evitar con sencillos ejercicios y consejos para adoptar poco a poco a nuestra rutina, de forma que se conviertan en una actividad más.
Estos son algunos de los tips que te ayudarán a evitar el dolor de espalda:
– Espalda a 90 grados. Trata de corregir la postura en el trabajo o cuando estés sentada a la mesa. Aunque el cuerpo tienda a encorvarse en busca de la postura más cómoda, producirá dolor cuando vuelva a su posición erguida (al ponerte en pie, o bien en la cama, tumbado). Sírvete de cojines para relajar los músculos de la espalda, sentirás cómo poco a poco tu cuerpo adopta esta postura de forma natural.
– Levántate cada hora. Aunque no vayas a ningún sitio. Si el trabajo te lo permite, date una pequeña vuelta cuando lleves dos horas sin levantar cabeza del ordenador. Tu espalda agradecerá el movimiento, por lo que también puedes cruzar y descruzar las piernas, girar la cabeza a izquierda-derecha y abajo-arriba para desencajarte.
– Estira cinco minutos antes de dormir. En posición tumbada boca arriba, encoge las rodillas y llévalas hacia el pecho y, en esa postura, como abrazándolas, aguanta unos veinte segundos. Estira las piernas otros veinte y vuelve a repetirlo. Lo ideal: unas cinco repeticiones. Otro estiramiento lo puedes hacer sentada a cualquier hora del día: con la espalda recta a 90 grados, gírate hacia la derecha sin levantarte de la silla ni mover las piernas.
– Relájate. Parece sencillo, pero a menudo cuesta mucho calmarnos y eliminar el estrés, y ello conlleva dolores de espalda más frecuentes de lo que imaginamos. Así que, ya sabes, keep calm! 🙂
– La importancia de los zapatos… Lleva un calzado cómodo. Para el día a día, evita los altos tacones; estos modifican la forma de caminar y trasladan el peso de cuerpo a unos pies que pisan alto e inclinados, por lo que nuestra espalda tendrá que compensar el equilibrio modificando su postura. Lo mejor: unos zapatos cómodos todoterreno y con estilo a la vez, ¡como estos! 😉