¿Cómo diferenciar la piel auténtica?
¿Cuántas veces te has preguntado si ese bolso o esos zapatos de los que te has enamorado a primera vista son realmente de piel?
A veces es difícil distinguirlo incluso tocando el producto de cerca pero todos queremos una inversión segura y hacernos con un artículo que sea realmente bueno, duradero y de calidad.
Aquí te dejamos algunos truquitos para poder distinguir una piel auténtica y hacerte con un buen producto:
El tacto es uno de los sentidos de los que más nos podemos fiar a la hora de distinguir entre piel auténtica. El tacto será suave y tendrá cierta flexibilidad. Además, podremos notar en su textura los poros de la piel. Los materiales sintéticos, por otra parte, son más rígidos y fríos.
Si rozásemos con una uña muy delicadamente la piel, y ésta es de calidad, veríamos cómo se desprenden pequeñas partículas (llamadas flor de la piel) que demuestran que se trata de piel auténtica. Además, podríamos ocasionar un pequeño arañazo, que deberíamos nutrir bien a continuación.
Si además tenemos la oportunidad de observar el dorso de la piel y está cubierto por una pelusilla, sin duda podemos decir que tenemos una pieza de piel auténtica ante nosotros. La piel de vacuno con la que trabajamos se divide en varias láminas que se emplean para diferentes usos. Cada capa se trabaja con delicadeza, pero el denominador común es esa suavidad innata de nuestros productos.
El olor es uno de los aspectos más característico de la piel auténtica. El olor a piel es único y muy característico, por lo que este será un factor decisivo a la hora de distinguir una buena piel. Además, es un olor permanente, que no se va con el paso del tiempo.
Si lo que queremos es garantía debemos acudir a marcas especialistas en pieles que sabemos que solamente trabajan piel auténtica para asegurarnos que adquirimos un producto de calidad y con garantías.
¿Qué hace especiales a nuestras pieles? 
En Pikolinos uno de los procesos que se aplica a la piel para conseguir esta flexibilidad es el abatanado. Esto supone aplicar calor a las pieles durante varias horas en movimiento para que choquen unas con otras para romper la fibra y que queden mucho más suaves y manejables.
Para conseguir los colores que tanto caracterizan a Pikolinos las pieles son sometidas a tintes en base acuosa libres de disolventes para que mantengan su esencia natural. En nuestro laboratorio del color se desarrollan los tonos de temporada que vestirán los zapatos de cada colección, pero siempre con ese toque especial, ese brillo Pikolinos que le otorga el acabado final, una vez se termina cada par de zapatos. Pero, antes de eso, una vez aplicado el color, las pieles serán colgadas para su secado al natural. Esto puede tardar de uno a tres días en función de la temperatura ambiente.
También las pieles son sometidas al tratamiento anti manchas y anti líquidos Scotchgard para que el agua no penetre dentro de la piel aunque siga siendo muy transpirable.
No debemos olvidar que nuestras pieles son naturales, no aplicamos ningún producto plastificado y, aunque sí reciben tratamientos especiales contra manchas y penetración del agua, no son pieles 100% impermeables. Para ello, desarrollamos productos impermeabilizantes que puedes encontrar en nuestra tienda online, que generan en la piel una película impermeabilizante sin dañar al zapato y que podrás aplicar cada cierto tiempo para proteger tus Pikolinos de la lluvia.
Sin embargo, si algo caracteriza a la piel de Pikolinos en cada par de zapatos, es el acabado. Un cepillado especial con ceras naturales de abeja que levanta el poro para aplicarle brillo y potenciar la suavidad de la piel. Por eso decimos que nunca hay dos pares Pikolinos iguales, porque se trata de un proceso manual, muy cuidado que se convierte en la sella de identidad de cada par de zapatos Pikolinos.