Yoga en casa: trucos y consejos para iniciarte

yoga-en-casa

La operación bikini se ha convertido en toda una contrarreloj. El verano ya está a la vuelta de la esquina y empiezan los apuros por adoptar unos hábitos más saludables, con ejercicio regular y comida sana. Una de las disciplinas más completas es el yoga: se entrena física, mental y espiritualmente de una tacada. Además, no es necesario recurrir a profesores, gimnasios ni cuotas, pues con una serie de consejos puede practicarse yoga en casa.

Para los no iniciados, el yoga es una práctica milenaria cuyos orígenes se sitúan aproximadamente en el siglo XVII a. C. Etimológicamente, la palabra (que viene del sánscrito) se refiere a la colocación del yugo, a la concentración mental, meditación y abstracción. Y además es, pese a su enorme componente de entrenamiento espiritual e interior, un ejercicio exigente y realmente efectivo.

Practicar yoga en casa no requiere de ningún despliegue de medios excesivo. Lo principal es encontrar un lugar tranquilo, relativamente espacioso y en el que nos sintamos cómodos. El yoga incluye un proceso de introspección que requiere encontrarse en paz con el entorno, por lo que un lugar excesivamente recargado o ruidoso no es demasiado recomendable. Eso incluye evitar cualquier posible distracción: teléfonos desconectados, compañeros de piso avisados o mascotas con la lección aprendida.

Una vez hallado el espacio idóneo para hacer yoga en casa, lo tenemos casi todo. Con ropa deportiva cómoda y elástica y una colchoneta o esterilla para extender en el suelo, ya tenemos la lista de material completa. En multitud de portales de internet (incluso hay youtubers que se dedican específicamente a ello, como Yoga With Adriene) pueden encontrarse posturas, clases dirigidas y guías de iniciación para quienes todavía no lo dominen. Una televisión, un ordenador o tableta bastarán para proyectar la clase y, en total conjunción con el entorno de tranquilidad, seguir las indicaciones del instructor.

Aunque las comodidades del hogar dan pie a olvidar ciertas cosas que en caso de desplazarnos hasta un gimnasio no haríamos, conviene también seguir ciertas pautas: a la hora de comenzar una sesión de yoga en casa es recomendable tener un buen grado de equilibrio corporal. Es decir, no estar demasiado hinchado pero tampoco con hambre, tener la vejiga vacía o no tener sed.

Y, por último, aprovecha bien la sesión. El yoga fortalece cuerpo y mente, y además es una disciplina muy escalable. Con pocas sesiones notarás la mejora y podrás ir realizando clases más exigentes. Pero, sobre todo, no te saltes la relajación del final. Practicar yoga en casa no es sólo una manera de tonificar el cuerpo, sino también la mente, por lo que cada sesión debe aunar los entrenamientos de ambas partes. Relájate y disfruta 😉

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *