En verano, ¡deportes de agua! La mejor temporada para disfrutar cuidándote

Además de moldear nuestra forma de vestir, vivir y casi hasta comportarnos, el verano nos permite realizar actividades que durante el resto del año, por el frío y el mal tiempo, nos resulta imposible. Además, con el calor, hacer deporte se hace un poco cuesta arriba, y lo que más apetece es pasarnos el día dentro de la piscina y olvidarnos del gym por un tiempo. Sin embargo, nuestra conciencia –bendita ella– está ahí para darnos ese empuje y obligarnos a mover el cuerpo. Porque el ejercicio no solo nos mantiene en forma por fuera, sino que nos ayuda a estar sanos por dentro. Por eso, en verano, los deportes de agua son la mejor opción para cuidarnos sin sufrir por las altas temperaturas. ¡Al revés! Son refrescantes, divertidos y súper quema grasas.

De entre los deportes de agua el más ilustre, sin duda, es la natación. Aunque mucha gente la practica durante el año en piscinas cubiertas y climatizadas, poder hacerlo bajo el sol o en el agua marina es otra historia. En verano, nadadores amateur, intermedios y profesionales se ponen sus gafas de agua con protección solar, una capa de crema resistente al agua y se lanzan a nadar al aire libre. Hay que aprovechar mientras la temperatura lo permita antes de tener que entrenar bajo techo.

Aunque no todo el mundo puede permitirse tener una en propiedad, los sitios turísticos de alquiler hacen que las motos de agua sean accesibles para casi todo el mundo, aunque sea por un rato. Permiten recorrer el mar a gran velocidad, descargar adrenalina y saltar sobre las olas. Son perfectas en destinos veraniegos isleños, ya que se puede recorrer la costa y llegar a pequeñas calas y acantilados inaccesibles a pie, además de ser ideales para disfrutar en pareja o en grupo. Pero cuidado: son muy potentes y los accidentes pueden llegar a ser muy graves, por lo que conviene conducirlas con precaución.

El esquí acuático es otro de los deportes de agua con más fanáticos en verano. Con una lancha o barca que actúe como fuerza motora, la persona que lo practique deberá engancharse a una cuerda y, movida por la inercia, aguantar de pie sobre los esquíes siguiendo la barca que le arrastra. Aunque los materiales necesarios no son frecuentes, prácticamente cualquier centro deportivo de playa en lugares turísticos da la opción de practicarlo: es muy divertido, fácil para no iniciados y apto para casi todos los públicos.

Quienes estén más en forma, pues es algo más exigente para los músculos, disfrutarán también de un buen kayak o piragua. Con el único impulso de un remo, puede recorrerse la costa y disfrutar de las vistas de la playa desde el agua y, al igual que con las motos de agua, acceder a playas ocultas y a grutas que no todo el mundo conozca. Además, es perfecto para tomar el sol mientras se practica.

Los deportes de agua tienen una variante: los de viento. Windsurf y kite surf son dos de las prácticas más habituales para aprovecharse de las brisas veraniegas marítimas y dejarse llevar con una vela como impulso. Ya sea a bordo de una tabla con vela incorporada (windsurf) o sosteniendo una vela con cuerdas (kitesurf), muchos son los que optan por cursillos de aprendizaje en verano para iniciarse en estas divertidas disciplinas, especialmente en destinos proclives por su viento como Tarifa o Valencia.

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